En la semana 4, tu bebé se da cuenta de lo que pasa a su alrededor



Tu bebé ya no es ese pequeño inmóvil y dormilón del principio, ahora ya tiene vida propia, se da cuenta de lo que pasa a su alrededor y responde moviendo sus bracitos y pies. Tiene movimientos reflejos de sus extremidades, se lleva las manos hacia los ojos y la boca, mantiene los puños cerrados y apretados, y cuando lo pones estirado boca abajo mueve su cabeza de un lado a otro. Enfoca objetos situados entre 20 y 30 cm de distancia, que lentamente los verá con más nitidez.

Preferirá ver los colores altamente contrastantes, como el blanco y negro, y  también el rostro humano antes que cualquier otro objeto. Si lo observas un rato, de repente te darás cuenta que el bebé te sonríe. Escucha muy bien, es capaz de reconocer algunos sonidos, como tu voz y la de su padre, si tiene una participación activa en la crianza del niño. Se pondrá muy feliz si le cantas, será el  mejor sonido que pueda escuchar.

La piel del bebé es un órgano sensorial importante, el contacto con tu cuerpo es indispensable para él, aprovechará para acariciarte y que lo acaricies. Poco a poco irás aprendiendo qué es lo que le gusta. No le gusta que lo manipulen bruscamente. Prefiere sentir texturas suaves y no las ásperas. Puede reconocer el olor de tu leche.