Cuando quedé embarazada muchos amigos se preocupaban por la reacción de mi perro Brego (que es bastante inquieto) con mi bebé y como sería esa convivencia.
La relación mascota /niño es una relación sin duda beneficiosa para el bebe y la familia completa; pero cuando tenemos un nuevo bebé en camino, es entendible que nos sintamos un poco preocupados o nerviosos por la reacción de nuestra mascota y los cambios de rutina que le afectarán; así como lo que pueda ocurrirle o no al nueve bebé; por eso leí bastante, y tomamos algunas medidas previas.
Desde que quedé embarazada Brego se dio cuenta y es que las mascotas lo saben incluso, antes que nosotros.
– Él no es muy cariñoso, le gusta que le hagan cariños pero por poco tiempo, y con el embarazo estaba más pegado y cariñoso conmigo.
– También se volvió sobre protector, cuando ciertas personas (desconocidos para él) me saludaban o me abrazaban, les ladraba de una manera “retadora”.
– Con la visita, él siempre les brincaba al llegar, pero se calmaba, con el embarazo podía pasar horas, llamando la atención, protegiéndome, y ladrándole o llorándole a la visita.
– Cuando el cuarto de Layla estaba listo y entraba visita a ver el cuarto, Brego se ponía ansioso y a veces les ladraba. Ya se sentía el cuidador y protector oficial.
PREVIO A LA LLEGADA DE MI BEBÉ, tomamos algunas medidas:
* Reforzar Disciplina y atención de Brego:
– Es indispensable que el perro sepa acatar ordenes elementales, como el “No”; quedarse quieto y “A su lugar”, para poder controlarlo una vez que este cerca del bebé
– Brego tuvo adiestramiento donde nos enseñaron y reforzaron esas órdenes, además de realizar ejercicios de atención y búsqueda para cansarlo (Brego es casi incansable) jajaja.
– Adicionalmente lo habíamos entrenado nosotros para que no se subiera más a la cama; lo logramos, pero luego fuimos débiles, la verdad que con mi embarazo era muy rico tenerlo acostado a mi lado cuando descansaba. Lo importante es que sí aprendió, que debe bajarse cuando se lo pedimos, o ir a su lugar; además de no subirse cuando no se lo permitimos.
– Lo acostumbramos al comando “suave”, cada vez que quería jugar conmigo, por ejemplo mordiendo, le decía eso para que dejara de hacerlo y no fuera brusco, y lo entiende perfectamente; y es un buen comando para cuando interactúa con la bebé.
*Higiene y cuidados del Perro:
– Tener al perro con vacunas y desparasitado al día
– Darle un baño profundo los días antes de la llegada del bebé
– Cortarles las uñas.
– Cuando ya haya nacido el bebé, tomar en consideración aspectos en las salidas del perro (Evitar contacto con heces, limpiarlo si se embarró etc)
*Medidas y preparativos previo:
– Para todos los preparativos del cuarto de la bebé, (armado de cuna, sillas, ropa nueva etc.) dejábamos que Brego participara, y que oliera y fuera parte el proceso. Lo hicimos todo con calma, tiempo antes, para que el cambio no fuera tan brusco.
– Sino quieres que entre a la habitación del bebé, también debes entrenarlo desde antes, luego será mas difícil.
– Familiarizar al perro con objetos de la bebé (biberón, chupete), hacer que los huela (sin tocarlos) y practicar que cuando se caigan no debe tomarlos.
– Ponerle llantos de bebe (de youtube) para acostumbrarlo.
LA LLEGADA DEL BEBÉ
* Mientras que estábamos en la clínica:
– No dejar al perro solo en casa por muchas horas, pedir el apoyo de un familiar o amigo.
– Llevar una manta o cobija con olor del bebé, previo al alta, mostrársela y dejar que la huela, haciendo cariños y hablándole agradablemente, para que asocie el olor a una buena experiencia, también se le puede dar un premio.
*Presentación:
– Actuar de la manera más relajada para que el perro no sienta tensión.
– Evitar que sea un show con muchas personas.
– Que la madre entre primero y lo salude y luego vuelva a entrar con el bebé para presentarlo.
– Enseñarle él bebe al perro a su altura, resguardando que no le haga daño, pero dejándole que lo huela y que investigue. Brego comenzó a olerla desesperadamente y estaba algo ansioso y emocionado.
– No regañarlo cuando quiera investigar al bebé para que no lo asocie a algo malo, apartarlo cuidadosamente.
PRECAUCIONES Y CONSEJOS
– Si así lo deseas, dejar que se acerque al bebé, pero siempre supervisados, los perros pueden emocionarse y hacerles daño sin querer.
– Precaución con las lamidas, evitar inicialmente cara y manos, ya que muchas veces los perros se lamen sus partes y pueden traspasarle bacterias.
– Si se acerca al bebé y lo huele de forma calmada hay que premiarlo o hablarle bonito (reforzamiento positivo)
– Debemos estar alerta de posibles signos de alergias es nuestros bebés (existen casos), siempre consulta con el pediatra.
– Poco a poco la interacción entre ellos será con más contacto y menos restricción.
– Si haces COLECHO: puedes decidir previamente si vas a bajar a tu mascota de la cama y acostumbrarlo antes, o derrepente esperar a que tu bebé tenga las vacunas. Nosotros la dos primeras noches, no abrimos la cuna colecho (ya que brego muchas veces se sube a la cama en la madrugada) y queríamos evitar que estuviera en contacto directo con la bebé; luego, cuando entendió como debe tratarla, abrimos la cuna y el no se acerca sin permiso o lo hace muy delicadamente.
– Cuando cierta visita conocida por él, la carga, el se emociona y se pone ansioso a la vez y busca subirse a lamerla, simplemente le decimos que no, para que se baje, siempre en busca de atención.
– Con la visita aun se pone ansioso y sobreprotector, lo distraemos con un Kong con comida y nos ha ido bien con eso.
– Buscar tiempo de calidad con la mascota para que no se sienta desplazado, turnarse papá y mamá a las salidas y cumplir como antes con las necesidades básicas del perro.
– Intentar interactuar con el bebé y el perro al mismo tiempo, para que el perro no se sienta en segundo plano.
– Con los bebés más grandes, enseñarles la manera de jugar con el perro, respetándolo siempre.
– CELOS de la mascota: Si el bebé está presente, debes prestarle atención también a tu mascota; todos los juegos, caricias y premios deben ser entregados en presencia del niño.
ESTA ES UNA RELACIÓN ÚNICA, ESPECIAL Y MUY BENEFICIOSA PARA TODA LA FAMILIA, PERO SOBRE TODO PARA EL NIÑO:
– Al tratar con los animales aprenden respeto y a ser responsables.
– Les brindan compañía, seguridad y mejora en su autoestima.
– El niño será una persona mucho más sociable, cariñosa, aprenderá de la amistad y la lealtad.
– Las mascotas contribuyen a fomentar la alegría y a eliminar la tristeza en los niños.
– Menos dificultades para mantener relaciones interpersonales.
– Los Perros pueden proporcionar un fortalecimiento del sistema inmunológico, así como un menor número de problemas respiratorios e infecciones del oído
– Los animales permiten a los niños observar la naturaleza y aprender sobre ella.
Si tienes la oportunidad de vivir esta experiencia en tu familia, no lo dudes.