Los insectos no son solo una molestia: algunos pueden transmitir enfermedades peligrosas como el dengue, la fiebre amarilla, el chikungunya, el zika y el paludismo (malaria). Estas enfermedades, en especial en bebés y niños pequeños, pueden tener consecuencias graves para la salud.
¿Qué enfermedades pueden transmitir los insectos?
Algunas de las más comunes en zonas tropicales y subtropicales son:
Dengue: puede causar fiebre alta, dolor muscular, sangrados y en casos graves, poner en riesgo la vida.
Fiebre amarilla: enfermedad viral grave que puede afectar el hígado y causar hemorragias internas.
Chikungunya y Zika: aunque suelen ser menos letales, pueden generar síntomas fuertes y, en el caso del Zika, riesgos neurológicos en recién nacidos si la madre se infecta durante el embarazo.
Paludismo (malaria): transmitido por el mosquito Anopheles, puede provocar fiebre, escalofríos, anemia y afectar órganos vitales.
¿Por qué es importante vacunar contra la fiebre amarilla?
La vacuna contra la fiebre amarilla está incluida en muchos esquemas nacionales de vacunación. Se recomienda aplicarla a partir del año de edad.
Aunque vivas en ciudades frías, es clave tenerla puesta si planean viajar a zonas tropicales o de riesgo, como selvas o zonas rurales donde hay presencia del mosquito Aedes aegypti, transmisor de la enfermedad.
⚠️ La fiebre amarilla es prevenible con una sola dosis de la vacuna, que otorga inmunidad de por vida.
¿Cómo prevenir las picaduras de mosquitos?
Aquí algunos consejos prácticos para proteger a tu hijo:
Usa repelente apto para niños (consulta con el pediatra antes de aplicarlo en menores de 6 meses).
Evita el agua estancada en patios, jardines y recipientes: es el lugar ideal para que los mosquitos se reproduzcan.
Cierra puertas y ventanas al atardecer o coloca mallas/mosquiteros.
Viste a tu hijo con ropa clara y de manga larga en zonas de riesgo.
Coloca mosquiteros sobre cunas o camas cuando sea necesario.
¿Qué hacer si ya lo picó un mosquito?
No dejes que se rasque, ya que puede infectar la piel.
Aplica hielo envuelto en una gasa para calmar la picazón y bajar la inflamación.
Usa lociones calmantes o cremas recomendadas por el pediatra.
Vacunar, prevenir y actuar rápido si hay picaduras, son las claves para cuidar a los más pequeños de enfermedades transmitidas por insectos. Siempre que tengas dudas, consulta con el pediatra, especialmente antes de un viaje.
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