El desarrollo emocional de nuestro Bebé se ha ido construyendo desde el momento de la concepción y se trata de un proceso continuo.
Las madres, al mismo tiempo que experimentamos una inmensa alegría y felicidad, nos sentimos vulnerables, temerosas, inseguras y también vamos creciendo y aprendiendo con nuestro hijo.
Debemos tener en cuenta que el vínculo entre el niño y la madre va DE ADENTRO HACIA AFUERA, es la madre quien garantiza la supervivencia de su hijo con los cuidados, la alimentación y el amor… El Bebé debe convertirse en un ser único-independiente de la madre. Por su parte, el vínculo con el padre y otras personas significativas (abuelos, hermanos, tios, cuidadores, amas, etc.) va de AFUERA HACIA ADENTRO. El encuentro con ese otro que se acerca y ofrece protección, afecto y cuidados también, pues el padre es el primer “otro significativo” que colabora en el desarrollo emocional de su hijo, proporcionando uno de los pilares para la autoestima de su hijo.
Conforme el Bebé crece y el tiempo pasa, el proceso de “desapego” debe ser gradual, y debe darse de manera natural, respetando el “timing” (el momento justo) tanto para el niño como la madre.
¿A QUE NOS ENFRENTAMOS?
Muchas madres profesionales, que trabajan, sienten ambivalencia y algunas hasta alivio y deseos de volver a trabajar… lo cual puede generar sentimiento de culpa y muchas dudas…. Al mismo tiempo, existen otras madres, que dejan de darle peso a su desarrollo profesional y desean enfocarse en la crianza de su hijo, pero lamentablemente no pueden, llegando a sentir frustración e insatisfacción afectando incluso su vida familiar…
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¿QUÉ HACER?
En el segundo caso, replantear las metas profesionales y hacer los cambios que se necesiten ajustar horarios con la empresa o iniciar un trabajo medio tiempo o una iniciativa particular.
En el primer caso, debemos prepararnos, y crear las condiciones del entorno y sobre todo a nuestro hijo para el momento de volver a trabajar.
- Darle su lugar a cada faceta nuestra vivencia como madre, esposa y como mujer profesional
- Con anticipación identificar a la persona que se hará cargo de los cuidados de nuestro hijo, que se identifique con nuestros valores y estilo de crianza
- Buscar apoyo de un familiar que nos ayude a supervisar, las abuelas o tías, son de gran ayuda para esta labor
- Hacer uso de la tecnología, cámaras web, facetime, entre otras… para estar en contacto con nuestro Bebe mientras estamos en la oficina, monitorearlo y hablarle de vez en cuando y así mantener contacto con él.
CONSEJO: Si el sentimiento de malestar, pena, culpa, son muy intensos y sientes que no los puedes controlar, no dudes en consultar con una psicóloga, consejero y busca ayuda para encontrar la mejor manera de lidiar con este sentimiento.
Martha Kaik
Blogger Huggies
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