Durante el embarazo, es natural preocuparse por todo lo que pueda afectar al bebé. Uno de los temas que genera muchas dudas es la exposición a distintos tipos de radiación, como la que proviene de teléfonos celulares, rayos X o detectores de metales. ¿Qué tan segura es? ¿Qué deberías evitar? Aquí te contamos lo que dice la evidencia más reciente.

Teléfonos celulares y dispositivos electrónicos

Aunque hasta ahora no hay estudios concluyentes que demuestren un efecto dañino directo de la radiación electromagnética de los celulares sobre el embarazo, sí se recomienda ser precavida. Como medida de seguridad:

Usa audífonos o altavoz para mantener el celular alejado del cuerpo.
Evita llevarlo pegado al vientre, por ejemplo en el bolsillo del pantalón o apoyado en la barriga.
Reduce el tiempo de llamadas largas pegadas al oído.

La exposición es baja, pero si puedes minimizarla, mejor.

Rayos X

En este caso sí hay mayor consenso: los rayos X deben evitarse durante el embarazo, especialmente en el primer trimestre, cuando el desarrollo del bebé es más delicado. Aunque las radiografías modernas usan dosis muy bajas de radiación, cualquier exposición innecesaria debe ser pospuesta o reemplazada por alternativas más seguras (como ecografías o exámenes por resonancia magnética sin contraste).

Si necesitas hacerte una radiografía urgente, informa siempre que estás embarazada. Los profesionales sabrán tomar medidas para proteger al bebé, como el uso de delantales de plomo.

Detectores de metales y escáneres de aeropuertos

Los detectores de metales en aeropuertos o centros comerciales no emiten radiación ionizante (la que puede causar daño celular). Funcionan con campos electromagnéticos de baja frecuencia, que no representan riesgo para el embarazo. Tampoco los escáneres corporales modernos que se usan en seguridad aérea.

En resumen:

Celulares y WiFi: no hay pruebas concluyentes de daño, pero es mejor limitar la exposición directa.
Rayos X: evita a menos que sea estrictamente necesario y con protección adecuada.
Detectores de metales: son seguros durante el embarazo.

Cuando se trata del bienestar de tu bebé, la precaución es siempre una buena aliada. Y ante cualquier duda, consulta con tu médico o ginecólogo de confianza.

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