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Los sistemas de retención infantil (SRI), o sillas de seguridad infantil, desempeñan un papel vital en la protección de los niños durante los desplazamientos, pues protegen su cabeza, cuello y columna vertebral, zonas especialmente vulnerables en caso de una colisión. Además, los arneses y cinturones de seguridad especiales para niños garantizan un ajuste adecuado y evitan que los niños salgan volando del asiento en caso de impacto.
Existen varios tipos de SRI diseñados según las etapas del desarrollo infantil y las necesidades específicas de seguridad. Los más comunes son:
- Asientos para bebés: para recién nacidos y bebés pequeños, se instalan mirando hacia atrás y generalmente se usan hasta que el niño alcanza cierto peso o altura, según la recomendación del fabricante para emplearlo de forma segura, algunos se pueden usar incluso con bebés prematuros. Su importancia es la protección con un soporte esencial para la cabeza y el cuello.
- Sillas de seguridad orientadas hacia adelante: a medida que los niños crecen, se cambian a sillas orientadas hacia adelante (los expertos en seguridad vial recomiendan mantenerlas hacia atrás el máximo tiempo posible); el fabricante, según sus estudios de seguridad, recomienda el mejor momento para cambiar el sentido de la silla. Tienen un arnés de seguridad ajustable y un soporte lateral adicional.
- Sillas de seguridad convertibles: se pueden usar desde el nacimiento hasta que el niño alcance cierta edad o peso. Se pueden ajustar para mirar hacia atrás o hacia adelante según las necesidades.
- Elevadores con respaldo alto: para niños mayores, los elevan para que el cinturón de seguridad del automóvil se ajuste adecuadamente. Proporcionan un soporte adicional para la cabeza y el torso.
La efectividad de un SRI depende en gran medida de su instalación y uso adecuado; para garantizarla es esencial seguir estas pautas:
- Instalación según las instrucciones del fabricante de la silla y el sistema de anclaje del carro (ISOFIX o LATCH).
- Ajuste correcto para el tamaño y peso del niño. Los arneses deben estar bien ajustados y las hebillas, aseguradas.
- Posición en el auto: en el asiento trasero, idealmente detrás del copiloto, ya que esto reduce el riesgo de lesiones en caso de colisión.
- Remplazo después de accidente: incluso si no parece haber daños en el SRI, ya que podría haber sufrido averías invisibles que afectan su eficacia; por esto, comprar SRI usados podría ser un riesgo.
- Seguir las pautas de peso y altura: cambie a un SRI más grande solo cuando el niño alcance el peso o la altura recomendados por el fabricante.
DE LA DRA. MARÍA ALEJANDRA GARCÍA
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