Durante el embarazo, no todos los medicamentos son considerados seguros. Aunque muchos no atraviesan la placenta, algunos sí pueden llegar al bebé y causar efectos negativos, especialmente durante las primeras semanas, cuando se están formando los órganos principales.
Por eso, lo más recomendable es evitar la automedicación en el embarazo. Si estás tomando algún medicamento desde antes de quedar en embarazo, infórmaselo a tu médico en la primera consulta.
¿Qué medicamentos son seguros durante el embarazo?
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) solía clasificar los medicamentos en diferentes categorías según el nivel de riesgo para el embarazo. Aunque este sistema ha sido reemplazado por descripciones más detalladas, sigue siendo una guía útil para entender qué tan seguros pueden ser algunos medicamentos.
Categoría A: seguros
Son medicamentos que han sido estudiados en mujeres embarazadas y no han mostrado riesgos para el bebé.
Ejemplos: ácido fólico, vitamina B6, medicamentos para la tiroides en dosis controladas.
Categoría B: probablemente seguros
No se han observado efectos negativos en estudios con animales y no hay evidencia de daño en humanos.
Ejemplos: acetaminofén (paracetamol), algunos antibióticos, insulina, famotidina, aspartame, prednisona, ibuprofeno (solo en el primer y segundo trimestre, no en el tercero).
Categoría C: con precaución
Los estudios en animales han mostrado efectos adversos y no hay estudios adecuados en humanos. Solo se usan si el beneficio supera el riesgo.
Ejemplos: fluconazol, ciprofloxacina, proclorperazina, algunos antidepresivos.
Categoría D: riesgo comprobado
Existe evidencia de riesgo para el feto, pero en ciertas condiciones podrían usarse si son absolutamente necesarios.
Ejemplos: litio, fenitoína, algunos medicamentos de quimioterapia.
Categoría X: prohibidos durante el embarazo
Tienen riesgos comprobados de causar malformaciones o pérdida del embarazo. No deben usarse bajo ninguna circunstancia.
Ejemplos: isotretinoína (acné severo), talidomida, misoprostol.
Recomendaciones clave
Siempre consulta con tu ginecólogo antes de iniciar o suspender cualquier medicamento.
No te automediques, ni siquiera con medicamentos “naturales” o suplementos.
Infórmale a tu médico si estás tomando medicamentos de forma crónica (para la tiroides, diabetes, depresión, etc.).
Revisa etiquetas y evita medicamentos sin información clara sobre su uso en el embarazo.
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