Tu cuerpo ha pasado por un proceso inmenso y aún está sanando. Al mismo tiempo, tu mente y tus emociones también están cambiando, mientras te adaptas a una nueva rutina, nuevas prioridades y a un amor incondicional que lo transforma todo: el de tu bebé.

Entre pañales, tomas, desvelos y visitas al pediatra, es fácil olvidarte de ti. Pero no eres menos importante que tu bebé. Cuidarte a ti misma también es una forma de cuidar a tu hij@.

Aquí te compartimos 10 rutinas sencillas pero poderosas para acompañarte en esta etapa y ayudarte a sentirte bien, por dentro y por fuera:

1. No te saltes comidas (aunque tengas poco tiempo)

La alimentación posparto es fundamental, especialmente si estás dando lactancia. Necesitas energía para cuidar, para recuperarte y para sentirte bien. Trata de mantener una dieta equilibrada, rica en frutas, vegetales, proteínas y grasas saludables. Si no puedes hacer comidas largas, opta por snacks nutritivos cada pocas horas. Y no te sientas culpable por priorizar tu plato.

2. Camina, aunque sea 5 minutos

Durante las primeras semanas, es probable que no puedas volver a hacer ejercicio como antes, pero una caminata corta al aire libre (aunque sea alrededor de la cuadra con tu bebé en el coche) puede ayudarte a despejar la mente, activar tu cuerpo y mejorar el ánimo. Si puedes, hazlo con compañía o mientras escuchas un podcast que te inspire.

3. Respira conscientemente

No necesitas una hora de meditación para cuidar tu salud mental. Basta con detenerte unos minutos al día, cerrar los ojos, respirar profundo y volver al momento presente. Esto ayuda a reducir la ansiedad, el cansancio mental y a reconectar contigo misma.

4. Pide ayuda (y acepta ayuda)

No tienes que poder con todo. No eres menos mamá si necesitas ayuda, al contrario: pedir apoyo es una forma de amor propio y familiar. Permite que alguien más te cocine, te cuide al bebé un rato, o simplemente esté contigo.

5. Duerme cuando puedas (y no cuando “deberías”)

Dormir 8 horas seguidas quizás sea imposible ahora. Pero intenta dormir en tandas, hacer siestas si el bebé duerme, y ajustar tus expectativas. El descanso también es parte del autocuidado, incluso si no es perfecto.

6. Hidrátate como un acto de amor

El agua ayuda a la recuperación del cuerpo, la producción de leche y el bienestar general. Ten siempre una botella cerca, y toma sorbos durante el día, especialmente si estás lactando.

7. Incluye pequeños placeres en tu día

Un baño caliente, una infusión que te guste, 15 minutos de lectura o una canción que te conecte contigo. No es egoísmo, es salud emocional. Los pequeños momentos también suman.

8. Conéctate con otras mamás

Hablar con otras mujeres que están pasando por lo mismo puede hacerte sentir menos sola. Puedes unirte a grupos, foros o redes sociales donde compartan experiencias reales y sin juicios.

9. Escucha a tu cuerpo (y a tu intuición)

Cada recuperación es diferente. No te compares con otras mamás ni te exijas volver a “como eras antes”. Escúchate, honra tu proceso y hazle caso a tu intuición: tú sabes más de lo que crees.

10. Consulta a tu médico y haz tus controles

El posparto también necesita seguimiento. Agenda tus chequeos, habla con tu ginecólogo(a), matrona o pediatra si algo te preocupa, y no ignores señales físicas o emocionales. La salud mental también importa.