Considera varios factores antes de decidir
Entre elegir una niñera o una guardería no existe una opción perfecta porque cada una tiene sus ventajas y desventajas. Lo más importante es que los papás en conjunto analicen y decidan lo que más se ajusta a sus necesidades y posibilidades.
Escogiendo guardería
Lo primero que debes hacer para elegir una guardería es asegurarte que cumple con todos los requisitos legales, de higiene y seguridad. También es indispensable que verifiques que las instalaciones permanecen limpias, con luz natural y decoraciones alegres.
Cerciórate que la guardería sea atendida por profesionales idóneos, especializados en el cuidado de bebés, con entrenamiento en primeros auxilios y emergencias. Lo ideal es conversar con otras mamás que tengan a sus hijos allí, conocer sus opiniones y sentimientos sobre el lugar, el personal y el desarrollo del niño.
Regularmente, los bebés son agrupados por edades en grupos reducidos. Muchas guarderías optan por tener más personal del que les es exigido por la ley y asignan a una persona por cada tres bebés menores de 12 meses.
Es Importante que compruebes el sistema de seguridad para la entrada y salida de bebés. Verifica que tu bebé sólo sea entregado a personas autorizadas por ti.
Seleccionando niñera
Experiencia, recomendaciones, responsabilidad, puntualidad, afinidad afectiva con tu bebé, métodos disciplinarios y reacción en casos de emergencia, son los principales factores a considerar para elegir niñera.
Es Conveniente que realices entrevistas personalizadas que incluyan la presencia del tu niño para identificar la afinidad entre los dos. También acompaña a la niñera al menos 15 días mientras aprende las diferentes rutinas de baño, alimentación, juegos y sueño. Durante este período de adaptación, has pruebas sobre su reacción en situaciones de emergencia o en que ella requiera de paciencia extrema.
Ten en cuenta que es muy importante confiar en las reacciones de tu pequeño frente a la presencia de la niñera. Llanto exagerado y apego anómalo a los papás son síntomas de que algo anda mal.
